"Everybody dies, but not everybody really lives."
Hace 3 años (2008) estaba segura de que no estaba viviendo realmente la vida; siempre triste, lloraba por todo y todo me lastimaba, me sentía sola, sin amigos, rechazada, que nadie me quería, que no era capaz de hacer algo loco, alegre, fuera de lo común, que siempre seguía las reglas. Era muy insegura de mi misma y no me animaba a seguir lo que decía el corazón. Pasé por las cosas típicas de una adolescente que recién empieza a vivir esa etapa difícil, pero a la vez la mejor de todas.
Me costó un año entero, muchas lágrimas, decepciones, errores, pero al final todo valió la pena, todo me ayudó a crecer y a ver las cosas desde otra perspectiva.
Al año siguiente (2009), las cosas se fueron acomodando un poco más, ya tenía a mis viejas amigas de vuelta, juntas al fin aunque no en todos los sentidos...
No todo era color de rosa, pero para mi ya era un naranja, empecé a tener muchos amigos varones que, se quiera o no, son indispensables para una chica, significan ese pequeño empujón tan necesario para dar el próximo paso (se sabe de que estoy hablando) y además me aportaron esa locura que tanto necesitaba, esa anormalidad, por así decirlo.
En el 2010 apareció el mejor verano, hasta ahora, no las típicas vacaciones en la costa con boliches y cantidades inmensas de gente, sino muchas juntadas con mi nuevo y hermoso grupo de amigos, realmente me divertí con ellos y hasta con algunos hicimos un viaje inolvidable.
Durante el año se puede decir que la pase muy bien aunque hubo un momento en el que no podía sentirme peor; todos tenían a alguien especial, eran felices, pero yo no... me faltaba un "novio" y en el fondo, muy muy adentro de mí, yo sabía que esa persona estaba ahí, muy cerca mío, demasiado diría yo pero no lo iba a admitir, después de un año y medio hubiera sido una locura. Pero, ¿que más da? eso es lo que necesitaba, salir de lo común, probar cosas nuevas y por sobre todo sentirme al fin feliz, realmente lo necesitaba, lo anhelaba más que nada. Y fue un gran amigo en el que confié, al que recurrí cansada de guardarme lo que me pasaba y el me aconsejó de la mejor manera, me sentía aliviada de haberle contado todo. Así me demostré que los varones son excelentes amigos y son capaces de darnos ese empujón que pediamos a gritos. Fue así que un 22 de julio por fin me anime, rompí con mis esquemas, y todos dirán, se sintió la más feliz no? bueno no, era una gran mezcla, me sentía rara, felíz, insegura, incómoda. Y no paraba de decirme a mi misma: tiempo al tiempo y efectivamente tiempo era lo único que necesitaba.
Y cuando empecé el 2011, me sentía bien, felíz... Ahora me estoy por ir a las que espero que sean las mejores vacaciones, con amigos, playa, un cielo hermoso, fogón, guitarra, ¿qué más puedo pedir? si se me ocurre te digo... pero no creo!
No creo que sea una loca liberada que hace todo lo que siente sin importarle nada, pero empiezo a vivir, y creo que ese vivir está en la forma en la que disfrutamos, lloramos, odiamos, amamos cada momento, cada cosa, cada persona... la vida misma está en el sentir y si sentís con mucha intensidad y amas las cosas que hacés, podés estar tranquilo, relamente viviste.